mercredi 22 août 2012

Fobia escolar


El rechazo a la escuela habla por sí mismo. Es la negativa del niño o del adolescente, de ir a la escuela.

Todos hemos visto o tenido un niño en crisis (llorando, enojado, pataleando, etc.)  frente a la entrada de la escuela. Un niño que se aferra a la faldas de mamá, que inspira lástima o que enerva. Finalmente, todos conocemos adolescentes que, por alguna razón u otra, deja de ir a la escuela. Un adolescente que está enfermo, en repetidas ocasiones, como durante los períodos de examen o para la clases de gimnasia del viernes.

El rechazo a la escuela es una nueva ola de estudios en psicología infantil.

El rechazo a la escuela es un problema. En psicología se considera un síntoma, es decir, una manifestación de un problema más amplio, más profundo, a menudo silencioso o indecible. El rechazo a la escuela es en este sentido entendido como un síntoma de miedo.

El miedo es un fenómeno natural que todo el mundo experimenta en su vida.

El miedo es una emoción que crece. Al crecer, ella cambia tanto en sus manifestaciones como en los eventos que los gatillan. En definitiva, lo que nos hace temer a 3 años (¿el lobo feroz?) difiere de lo que nos asusta más tarde en la vida. Pero también la forma en que reaccionamos ante estos miedos (ocultarse detrás de mamá a los 3 años) también se diferencia a partir de entonces.

En teoría, tratamos de establecer una cronología de los miedos de la infancia: es decir, ¿A qué sería normal temer a una cierta edad?  Lo que nos da es algo parecido a esto:

~0-6 meses: el miedo de caer

~ 6 meses: el miedo a los desconocidos

~ 2 años: miedo a la separación / al aislamiento

~ 6 años: el miedo a ciertos animales, en ciertos lugares (oscuro), etc monstruos. (en sencillo, es el imaginario que se gatilla)

~ 8 años: los miedos realistas: la muerte, un accidente, etc.
 12 años y más : el miedo al futuro /  anticipación ansiosa + inquietudes relacionales, etc.

Se considera normal que cada niño pase a través de estas diferentes etapas. Se considera asimismo  anormal que pase mucho tiempo en ellas (mucho, mucho tiempo).

También consideramos como anormales  un nivel de extrema angustia frente a sus miedos .

Así que el miedo puede ser considerado como una adaptación al medio ambiente, como la madurez física o mental.

A nivel patológico, teniendo en cuenta los diferentes tipos de miedo en el niño / adolescente:

Temores "sueltos" (o trastorno de ansiedad generalizada)
TOC (trastorno obsesivo compulsivo)
ansiedad social (típico de adolescentes) en dos aspectos: uno centrado en el aspecto social y el otro en el aspecto de rendimiento (ambos lados no son excluyentes entre sí)
ansiedad pánico
Ansiedad por separación
Fobias específicas (que no son tanto el miedo de un objeto / animal / situación / precisos sino el miedo de tener miedo de este objeto / ... En la jerga psicológica se habla de la metacognición del miedo)
Todos estos temores tienen mecanismos y manifestaciones especiales, específicos para cada uno de ellos. Sin embargo, también comparten manifestaciones comunes, por ejemplo, el rechazo escolar (aquí vamos otra vez).

Este es un síntoma común (4% de los niños en edad escolar) que pueden indicar dos problemas diferentes:

- El miedo de salir de casa (o el entorno familiar, los padres)

- Miedo a la escuela per se (¿los compañeros? , ¿los profesores? ¿los exámenes ...?)

Hay dos implicaciones diferentes que generalmente no tienen incluso el mismo pronóstico en el futuro.

Así, la presencia de un miedo a la escuela en el niño es predictor de la ansiedad social en adultos, mientras que el miedo de dejar la casa es predictor de depresión en los adultos.

Advertencia: En psicología, decir que un X fenómeno es predictor de otro fenómeno Y, sólo significa que es sólo para decir que las posibilidades de que Y ocurra son mayores si X ha ocurrido previamente.

¿Cuáles son las causas externas (es decir, para simplificar, fácilmente identificables y toscos) del miedo (que pueden en sí destapó en el rechazo a la escuela)? :

- Una mudanza (cambio de casa, barrio, región, país)

- Una larga enfermedad (hospitalización, por ejemplo)

- La transición del jardín infantil a la escuela primaria



Es importante señalar que cuando se trata de rechazo a la escuela, no estamos hablando de una falta de motivación o de compromiso frente al aprendizaje. En cambio,  estos jóvenes se encuentran a menudo mucho más comprometidos por lo que además sufren la culpa de no ir a la escuela. Para simplificar, en un caso patológico, debemos considerar el problema desde el ángulo de "no puedo" y no en términos de un "no quiero". Obviamente,  esto cambia  por completo el análisis.

Rechazo a la escuela no es tampoco sinónimo de abandono escolar. El primero es regular, pero episódico, mientras que el segundo es permanente.



Fuente: Resumen de la conferencia "el miedo y la ansiedad en los niños: puntos de vista cruzados entre psicología clínica y neurociencia" por Mandy Rossignol e Isabelle Wodon, Louvain-la-Neuve, Bélgica, abril de 2012, en el marco del Coloquio "Articulaciones investigación-clínica: en torno a la psicopatología y la psiquiatría", Versión original disponible en : http://psykokwak.canalblog.com/ Los errores de traducción sólo son imputables a la autora de este blog.

1 commentaire:

  1. Carla, muy interesante tu articulo. Yo odié el colegio con fuerza toda mi infancia. Mi papá también. Mi hermana periodista, mujer siempre adaptada, escribió una crónica sobre su experiencia escolar "El coleigo Regio" http://www.belelu.com/2010/06/el-colegio-mas-regio/

    Lo viví como un espacio violento y poco protector. El señor que vendía dulces a la salida aún se acuerda y cada vez que pasó por ahí se ríe de mis pataletas a la entrada. Fueron legendarias. Mi mamá me cuenta que un día, tres años después de entrar, le comuniqué que no lloraría más: "no sacó nada" fue mi derrotada respuesta. Tres años en que todos consideraron que "tenia que adaptarme". Sigo preguntándome ¿Para qué?

    Lo que me preocupa es que en general el menor es construido como quien tiene el problema, el menor es patologizado por fóbico sin que el orden escuela se mire a si mismo.

    Cariños, ¡Gran artículo!

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