jeudi 7 novembre 2013

El lector no nace, se hace: 5 acciones básicas para motivar a leer.


A partir de un par de trabajos de investigación sobre jóvenes lectores, me han invitado durante este año a dar charlas para motivar a la lectura.

mercredi 22 août 2012

Fobia escolar


El rechazo a la escuela habla por sí mismo. Es la negativa del niño o del adolescente, de ir a la escuela.

Todos hemos visto o tenido un niño en crisis (llorando, enojado, pataleando, etc.)  frente a la entrada de la escuela. Un niño que se aferra a la faldas de mamá, que inspira lástima o que enerva. Finalmente, todos conocemos adolescentes que, por alguna razón u otra, deja de ir a la escuela. Un adolescente que está enfermo, en repetidas ocasiones, como durante los períodos de examen o para la clases de gimnasia del viernes.

El rechazo a la escuela es una nueva ola de estudios en psicología infantil.

El rechazo a la escuela es un problema. En psicología se considera un síntoma, es decir, una manifestación de un problema más amplio, más profundo, a menudo silencioso o indecible. El rechazo a la escuela es en este sentido entendido como un síntoma de miedo.

El miedo es un fenómeno natural que todo el mundo experimenta en su vida.

El miedo es una emoción que crece. Al crecer, ella cambia tanto en sus manifestaciones como en los eventos que los gatillan. En definitiva, lo que nos hace temer a 3 años (¿el lobo feroz?) difiere de lo que nos asusta más tarde en la vida. Pero también la forma en que reaccionamos ante estos miedos (ocultarse detrás de mamá a los 3 años) también se diferencia a partir de entonces.

En teoría, tratamos de establecer una cronología de los miedos de la infancia: es decir, ¿A qué sería normal temer a una cierta edad?  Lo que nos da es algo parecido a esto:

~0-6 meses: el miedo de caer

~ 6 meses: el miedo a los desconocidos

~ 2 años: miedo a la separación / al aislamiento

~ 6 años: el miedo a ciertos animales, en ciertos lugares (oscuro), etc monstruos. (en sencillo, es el imaginario que se gatilla)

~ 8 años: los miedos realistas: la muerte, un accidente, etc.
 12 años y más : el miedo al futuro /  anticipación ansiosa + inquietudes relacionales, etc.

Se considera normal que cada niño pase a través de estas diferentes etapas. Se considera asimismo  anormal que pase mucho tiempo en ellas (mucho, mucho tiempo).

También consideramos como anormales  un nivel de extrema angustia frente a sus miedos .

Así que el miedo puede ser considerado como una adaptación al medio ambiente, como la madurez física o mental.

A nivel patológico, teniendo en cuenta los diferentes tipos de miedo en el niño / adolescente:

Temores "sueltos" (o trastorno de ansiedad generalizada)
TOC (trastorno obsesivo compulsivo)
ansiedad social (típico de adolescentes) en dos aspectos: uno centrado en el aspecto social y el otro en el aspecto de rendimiento (ambos lados no son excluyentes entre sí)
ansiedad pánico
Ansiedad por separación
Fobias específicas (que no son tanto el miedo de un objeto / animal / situación / precisos sino el miedo de tener miedo de este objeto / ... En la jerga psicológica se habla de la metacognición del miedo)
Todos estos temores tienen mecanismos y manifestaciones especiales, específicos para cada uno de ellos. Sin embargo, también comparten manifestaciones comunes, por ejemplo, el rechazo escolar (aquí vamos otra vez).

Este es un síntoma común (4% de los niños en edad escolar) que pueden indicar dos problemas diferentes:

- El miedo de salir de casa (o el entorno familiar, los padres)

- Miedo a la escuela per se (¿los compañeros? , ¿los profesores? ¿los exámenes ...?)

Hay dos implicaciones diferentes que generalmente no tienen incluso el mismo pronóstico en el futuro.

Así, la presencia de un miedo a la escuela en el niño es predictor de la ansiedad social en adultos, mientras que el miedo de dejar la casa es predictor de depresión en los adultos.

Advertencia: En psicología, decir que un X fenómeno es predictor de otro fenómeno Y, sólo significa que es sólo para decir que las posibilidades de que Y ocurra son mayores si X ha ocurrido previamente.

¿Cuáles son las causas externas (es decir, para simplificar, fácilmente identificables y toscos) del miedo (que pueden en sí destapó en el rechazo a la escuela)? :

- Una mudanza (cambio de casa, barrio, región, país)

- Una larga enfermedad (hospitalización, por ejemplo)

- La transición del jardín infantil a la escuela primaria



Es importante señalar que cuando se trata de rechazo a la escuela, no estamos hablando de una falta de motivación o de compromiso frente al aprendizaje. En cambio,  estos jóvenes se encuentran a menudo mucho más comprometidos por lo que además sufren la culpa de no ir a la escuela. Para simplificar, en un caso patológico, debemos considerar el problema desde el ángulo de "no puedo" y no en términos de un "no quiero". Obviamente,  esto cambia  por completo el análisis.

Rechazo a la escuela no es tampoco sinónimo de abandono escolar. El primero es regular, pero episódico, mientras que el segundo es permanente.



Fuente: Resumen de la conferencia "el miedo y la ansiedad en los niños: puntos de vista cruzados entre psicología clínica y neurociencia" por Mandy Rossignol e Isabelle Wodon, Louvain-la-Neuve, Bélgica, abril de 2012, en el marco del Coloquio "Articulaciones investigación-clínica: en torno a la psicopatología y la psiquiatría", Versión original disponible en : http://psykokwak.canalblog.com/ Los errores de traducción sólo son imputables a la autora de este blog.

vendredi 26 août 2011

Declaración pública

Chile vive por estos días un momento clave en su historia. La crisis que experimenta nuestra educación ha dejado de ser un tópico de investigación en nuestras aulas y Centros de Estudio. Hoy más que nunca nos concierne a todos. El conflicto que vivimos actualmente es, a nuestro juicio, sólo un síntoma de un problema aún más profundo: Estamos frente a un sistema enfermo que requiere de una pronta intervención.

Los académicos de la Carrera de Pedagogía en Educación Básica con especialización de la Universidad Católica de Temuco, nos sentimos interpelados por los acontecimientos de las últimas semanas y creemos necesario declarar lo siguiente:

Primero: Sostenemos que la educación no es un bien de consumo, sino un derecho humano inalienable. Lamentablemente, la educación es hoy transada en el mercado como cualquier otro bien; y lo peor es que hemos legitimado las normas que rigen desde el año 1981, como la Ley general de universidades o la Ley de Municipalización de la educación escolar. En efecto, hoy la mayoría de nuestros estudiantes aplica inconscientemente esta lógica en su discurso y en su accionar, situándose como “cliente” y relacionándose con sus profesores como “prestadores de servicio”. A esto, decimos, con firmeza: ¡No!. Esta situación ha creado vicios en nuestros modos de relación, en la concepción misma de “hacer universidad” y en la calidad de la formación universitaria, en nuestra forma de visualizar el problema educativo y lo más grave de todo, invisibilizando la crisis que subyace a nuestra sociedad.

Segundo: Derivado de lo anterior, sostenemos, como educadores, que el medio más eficiente de movilidad y paz social es la educación. Para ello, es necesario comenzar por propiciar la mixtura social en la escuelas a través de un sistema público de educación primaria y secundaria de calidad, que sólo será posible si se cuenta con profesorado de excelencia que sea capaz de trabajar en contextos vulnerables. En nuestra región de la Araucanía, la más pobre y vulnerable del país, se hace urgente la necesidad de pensar y establecer políticas focalizadas que permitan mejorar los índices educativos y de desarrollo de nuestra población. Como formadores de formadores estamos comprometidos en esta tarea, pero se requiere un esfuerzo serio y sostenido de apoyo a las Facultades de educación que forman profesores en contextos vulnerables.

Tercero, la crisis actual no se resolverá sino con la participación de todos los actores implicados: padres, estudiantes, profesores, sostenedores, directivos. Apelamos a todos y cada uno a plantear de manera firme, pero templada sus puntos de vista. Es claro que no todos entendemos de la misma forma el concepto de “educación de calidad” y que el lucro ciertamente ha dado pie a abusos, mismos que nos han llevado hoy a extremar posiciones, perdiendo de vista el fondo del problema. Hoy es fundamental replantear el debate y preguntarnos qué tipo de sociedad queremos formar.

En días pasados hemos visto cómo han sido vulnerados los espacios de trabajo de nuestros colegas y cómo ciertos inescrupulosos han aprovechado esta situación para sustraer material de trabajo de nuestra Facultad. Hacemos un llamado a nuestros estudiantes para que no dejen que estos hechos delictivos arruinen su derecho a expresarse.

Finalmente, y porque creemos que hacer Universidad es más que simplemente formar profesionales, sino también y por sobre todo ciudadanos responsables y comprometidos con el desarrollo social, nos hacemos parte de las demandas por una educación de calidad para todos y todas. Sabemos que ello tomará tiempo para hacerse realidad. Por lo anterior, hacemos un llamado a nuestros estudiantes a que junto con renovar el esfuerzo por lograr una formación de excelencia, tarea en la cual somos co-responsables, busquemos maneras creativas y eficaces de manifestarnos, para que estas legítimas demandas no pierdan fuerza y puedan ser canalizadas y legitimadas en el ámbito político. Los invitamos a hacernos partes de sus demandas, de sus inquietudes y de sus proposiciones para mejorar la formación docente en nuestra Universidad.

Carla Muñoz

Jorge Valenzuela

Jorge Miranda

Gloria Inostroza

Pedro Pablo Cerda

Segundo Sepúlveda

Mabel Valdebenito

Maritza Gutiérrez

María Elena Mellado

Carolina Villagra

vendredi 25 mars 2011

Chile, ¿País bilingüe el 2025?

Nuevamente la debacle frente a los resultados del SIMCE. Esta vez es inglés el foco de atención.
Un 89% de los 220 mil alumnos de tercero medio enfrentados a esta prueba no alcanzan un nivel básico de inglés. En otras palabras, de los 180 puntos totales de la prueba, sólo un 11% de los estudiantes alcanzan 134 puntos o más que equivale al nivel básico (el promedio fue de 99 puntos). De las muchas observaciones que podríamos realizar quisiera detenerme en dos, en esta ocasión.
Por un lado, llama la atención que colegios que presentan el inglés como una de sus fortalezas no presenten al 100 de sus alumnos como aprobados en este examen.
Por otro lado, no deberíamos estar tan sorprendidos por esta situación: si un porcentaje importante de alumnos que ingresan a nuestros centros de estudios superiores no dominan la lengua materna[1], ¿cómo entonces podemos pedirles que comprendan, hablen, lean y produzcan textos en una segunda lengua?
Claramente el bilingüismo ejerce una infuencia importante en el desarrollo cognitivo y por lo mismo, es necesario preocuparse de mejorar la enseñanza de idiomas en el país (los profesores de lenguas sabemos cuán duro puede ser intentar enseñar idiomas en condiciones de precariedad), sin embargo, no hay que descuidar la enseñanza y el aprendizaje formal de nuestra lengua materna .
Mención aparte merece además el hecho de revalorar y rescatar en el curriculum, la enseñanza de lenguas nativas.
Finalmente, si consideramos las cifras alarmantes sobre el número de escuelas de pedagogía ofertando la carerra de inglés en el país (98), de las cuales sólo 21 están acreditadas, no podríamos esperar mucho más de este diagnóstico.
Quizás, si nos damos a esta tarea de manera seria y rigurosa ( y no sólo para subir unos cuantos puntos SIMCE) es posible que se logre el propósito que el Min. de Educación planteó de manera tan vehemente: ser un país bilingüe de aquí al 2025.
[1] Basta con observar el número de programas remediales que se han creado en los últimos años en distintas universidades del País: el programa propedéutico de la USACH, el taller de expresión escrita en la UAH, el PIVU en la Universidad Católica de Temuco, por nombrar sólo algunos.

samedi 1 janvier 2011

de Reformas, 'Cisarros', JUNJI y afines

De las noticias que marcaron el año, en mi opiniòn, la fuga de Cristóbal (alias "Cisarro") y su posterior captura por Carabineros, (con todo el despliegue mediático de que fue objeto) no puede dejarnos indiferentes.
Parto la columna de este nuevo año 2011 precisamente con este tema, porque creo que el caso de Cristóbal no es sino un síntoma de una sociedad enferma.
Que un niño de diez años sea considerado un peligro público o un caso perdido del sistema, habla mal de nuestro sistema y en particular de nuestra educación. "Joven delincuente", le han llamado, hablando de su 'prontuario': ¡ cuando sólo tiene 10 años !

Cuando hablo de sistema, me refiero no sólo al SENAME, que hace ya rato ha dejado de prestar el servicio para el cual fue ideado.

Como país, no tenemos las herramientas jurídicas ni los dispositivos de contención, educación, diagnóstico ni rehabilitación necesarios para casos como éste.
Coincido con los dichos de Pablo Egenau en que este país no ha sido capaz de establecer alternativas socioeducativas afines para afrontar éste y otros casos (http://feeds.cooperativa.cl/~r/unanueva/~5/yjyjg1zvW2c/MULTIMEDIA_MP320090805123802.mp3).
La cárcel, claramente no es la solución, pero sí la educación o, si se quiere ser más precisos, la reeducación.

¿De qué manera se hacen cargos las "Grandes reformas" de casos como éste? ¿De qué manera, el SENAME, en su rediseño podrá evitar que casos como éste se repitan? ¿Por qué el MINEDUC no se involucra también en el estudio y diseño de políticas de prevención de situaciones de abandono y delincuencia juvenil?

Personalmente, creo que el MINEDUC requiere él mismo de una reforma en su lógica de funcionamiento, debiera no sólo ser ejecutora de políticas pùblicas, sino también demostrar capacidad de adelantarse a los problemas, creando una unidad de estudios (distinta la existente) capaz de investigar nuestra realidad, proponiendo soluciones apropiadas y no simplemente basàndose en la "realidad internacional".
La JUNJI, en este sentido, también debiera hacerse cargo de este tema, en lugar de hacer noticia por las desafortunadas declaraciones de su ya ex-directora.

mardi 14 septembre 2010

Qué hacemos con la educación este Bicentenario?

Llegó septiembre y en Chile (al menos, en las redes sociales) todo el mundo anda « endieciochado" o "Bicentenariado".

Como soy grave asumida, me pregunto : ¿ Qué haremos para celebrar este Bicentenario desde la educación? No me refiero a la celebración misma, ésa es cuestión de cada individuo/ grupo. Mi pregunta va más bien ligada a cómo aprovechamos esta instancia para educar. Eso, educar. Si hay algo que caracteriza nuestra manera de enseñar en Chile es la manía por aprovechar los hitos en la enseñanza escolar. ¿quién no debió realizar un dibujo del Combate Naval de Iquique? Más allá de la anécdota, estoy segura de que ese mecanismo no es el mejor para “instalar valores patrios” en los niños. No obstante, bien utilizada, la estrategia de apelar a la contingencia puede motivar a los estudiantes a ir más allá en sus aprendizajes. Por eso me pregunto: ¿Por qué no utilizar esta celebración para instalar temas de debate en las escuelas?

Este año del Bicentenario ha estado plagado de hechos noticiosos que ciertamente le ha dado un aspecto aún más particular a las celebraciones. Las elecciones presidenciales fueron ganadas por la derecha, después de 50 años sin detentar el poder democráticamente, un terremoto (el segundo más grande registrado en la historia) y tres maremotos azotaron con furia a buena parte del país, 33 mineros siguen atrapados en una Mina del norte del país, la instalación de una Central hidroeléctrica fue finalmente abortada gracias a la manifestación masiva de la ciudadanía y 32 mapuche se arriesgan a morir para protestar contra la aplicación de la ley antiterrorista.

¿Por qué estos temas (u otros) no serían una buena excusa para el debate en las aulas?

Estos hechos, todos ellos, debieran ser utilizados como excusa para la discusión en las aulas. Sobre quienes somos, qué somos los chilenos y cómo nos proyectamos hacia el tricentenario. Junto con el desarrollo de las capacidades linguistico-discursivas de nuestros estudiantes, pienso en la educación de los valores ciudadanos. ¿Cómo podriamos exigirles participación ciudadana en la edad adulta sino han tenido canales de expression adecuados, sino han podido aprender a ser ciudadanos ?

Ahora me pregunto, ¿se discute en las aulas? ¿Se confrontan fuentes? ¿Se realizan debates?, ¿Desde dónde habla un profesor? , ¿Cómo comienza una clase el profesor hoy en día?

A riesgo de parecer proselitista, creo fundamental en los profesores el hecho no sólo de estar informado, sino además, de adoptar una posición frente a la realidad sin que por ello eso signifique sesgar la mirada que los alumnos tenga del mundo.

De mi experiencia docente en colegios, recuerdo el momento en que fue detenido Augusto Pinochet en Londres (quizás la experiencia más concreta que me ha tocado vivir en este sentido). Como ciudadanos, imagino que todos tomamos partido acerca de si debía o no ser procesado por la Justicia (española, inglesa o chilena) y de si era o no legítimo que hubiera sido privado de libertad en Londres.

En el colegio en que trabajaba por esos años se nos reunió formalmente para prohibirnos hablar del tema con los alumnos. Se trataba de un establecimiento municipal que acogía a estudiantes de distintas comunas y procedencia social. Una gran mayoría había desertado del colegio y se había reintegrado a esta escuela –bastante sui generis, hay que decirlo- porque ya era demasiado mayor para seguir su instrucción formal en una escuela tradicional. La mayoría de estos jóvenes tenía una visión crítica del mundo y particularmente de la política en Chile y del régimen Militar. Muchos de ellos eran abúlicos hacia la vida en general y no mostraban interés particular por las materias escolares. Sin embargo, frente a este caso se mostraban interesados no sólo en la anécdota sino en el trasfondo y pedían discutir. “¿Profesora, usted qué piensa? porque yo encuentro que...”

Esos jóvenes que, aparentemente, “no pescaban”, “estaban ahí” con lo que pasaba, pero justamente La Escuela (la Dirección del colegio) no creía que fuera un “tema adecuado” para discutir con los alumnos.

Qué difícil decidir qué es lo “adecuado”! ¿quién puede decidirlo?

En ese sentido, la educación sexual en las escuelas sufre del mismo síndrome: todos dicen que es importante educar sexualmente a nuestros jóvenes, pero nadie sabe cómo abordar el tema, desde qué edad, con qué enfoque. Demás está decir que hay quienes incluso afirman que ello sería exclusivamente responsabilidad parental. Lo cierto es que el Proyecto educativo de cada colegio puede y debe hacerse cargo de cuestiones como éstas.

En el caso citado, claramente existía una disociación entre lo que la Escuela valoraba como importante (o adecuado) y lo que el estudiante percibía como tal. Investigaciones acerca del valor del aprendizaje señalan justamente este desfase (cf. Valenzuela, J. 2007) y llaman a cuestionarnos como docentes desde dónde miramos la realidad y cuán en sintonía estamos con los intereses de los alumnos. No estoy tratando de decir con ello que lo que hay que hacer en aula es lo que los estudiantes quieran, pero hay maneras inteligentes de atraer la atención de los alumnos para que quieran aprender de manera profunda. Ese es el desafío.

Referencias

Valenzuela, J. (2007, marzo). Le sens accordé à apprendre à l’École. Comunicación presentada en el seminario del laboratorio de Motivación y aprendizaje, Universidad Católica de Lovaina. Louvain la Neuve, Bélgica.

lundi 23 août 2010

¿Es necesaria la equidad en la educaciòn?


Una de las preocupaciones más recientes en educación es la de la equidad.

Se entiende por equidad el dar igualdad de oportunidades en los aprendizajes a todos los niños independiente de su origen social o ingreso económico.
¿Es necesaria realmente la equidad en la educación? ¿Por qué debiéramos preocuparnos de ésta?
Personalmente creo que el énfasis en la equidad no solo debiera preocuparnos a quienes trabajamos en educación, debiera ser una cuestión que nos atañe a todos, como personas, como sociedad.
Conversando con mi hijo mayor trataba de hacerle ver lo mucho que él ha tenido en su corta vida. Oportunidades que otros jamás tendrán y que, lejos de sentirse culpable por ello debe tenerlo presente para sacarle el provecho que corresponde y llegar a ser lo que quiera ser. 
 ¿ Acaso no se trata de eso la educación?