vendredi 25 mars 2011

Chile, ¿País bilingüe el 2025?

Nuevamente la debacle frente a los resultados del SIMCE. Esta vez es inglés el foco de atención.
Un 89% de los 220 mil alumnos de tercero medio enfrentados a esta prueba no alcanzan un nivel básico de inglés. En otras palabras, de los 180 puntos totales de la prueba, sólo un 11% de los estudiantes alcanzan 134 puntos o más que equivale al nivel básico (el promedio fue de 99 puntos). De las muchas observaciones que podríamos realizar quisiera detenerme en dos, en esta ocasión.
Por un lado, llama la atención que colegios que presentan el inglés como una de sus fortalezas no presenten al 100 de sus alumnos como aprobados en este examen.
Por otro lado, no deberíamos estar tan sorprendidos por esta situación: si un porcentaje importante de alumnos que ingresan a nuestros centros de estudios superiores no dominan la lengua materna[1], ¿cómo entonces podemos pedirles que comprendan, hablen, lean y produzcan textos en una segunda lengua?
Claramente el bilingüismo ejerce una infuencia importante en el desarrollo cognitivo y por lo mismo, es necesario preocuparse de mejorar la enseñanza de idiomas en el país (los profesores de lenguas sabemos cuán duro puede ser intentar enseñar idiomas en condiciones de precariedad), sin embargo, no hay que descuidar la enseñanza y el aprendizaje formal de nuestra lengua materna .
Mención aparte merece además el hecho de revalorar y rescatar en el curriculum, la enseñanza de lenguas nativas.
Finalmente, si consideramos las cifras alarmantes sobre el número de escuelas de pedagogía ofertando la carerra de inglés en el país (98), de las cuales sólo 21 están acreditadas, no podríamos esperar mucho más de este diagnóstico.
Quizás, si nos damos a esta tarea de manera seria y rigurosa ( y no sólo para subir unos cuantos puntos SIMCE) es posible que se logre el propósito que el Min. de Educación planteó de manera tan vehemente: ser un país bilingüe de aquí al 2025.
[1] Basta con observar el número de programas remediales que se han creado en los últimos años en distintas universidades del País: el programa propedéutico de la USACH, el taller de expresión escrita en la UAH, el PIVU en la Universidad Católica de Temuco, por nombrar sólo algunos.